La decepcionante temporada del equipo de béisbol parece confirmar un estudio que teoriza que los clubes cuyo presupuesto se gasta en un puñado de grandes salarios son menos competitivos.
Los Yankees de Nueva York de 2023 pagaron 278 millones de dólares por su peor temporada en una generación. Ahora, la gerencia de los Yankees debe descubrir cómo revertir uno de los fracasos más costosos en la historia del deporte moderno.
Para un equipo comprometido desde hace mucho tiempo con la idea de que el dinero puede comprar superestrellas y éxito, es una posición incómoda.
Durante décadas, los equipos de los grandes mercados han adquirido el hábito de gastar más que los más pequeños en talento y, a menudo, ganar gracias a ello. Sin embargo, nada está garantizado.
La decepcionante temporada del equipo de béisbol parece confirmar un estudio que teoriza que los clubes cuyo presupuesto se gasta en un puñado de grandes salarios son menos competitivos.
Los Yankees de Nueva York de 2023 pagaron 278 millones de dólares por su peor temporada en una generación. Ahora, la gerencia de los Yankees debe descubrir cómo revertir uno de los fracasos más costosos en la historia del deporte moderno.
Para un equipo comprometido desde hace mucho tiempo con la idea de que el dinero puede comprar superestrellas y éxito, es una posición incómoda.
Durante décadas, los equipos de los grandes mercados han adquirido el hábito de gastar más que los más pequeños en talento y, a menudo, ganar gracias a ello. Sin embargo, nada está garantizado.
Este año, las tres franquicias que más gastan (los Mets de Nueva York, los Yankees y los Padres de San Diego) no lograron llegar a los playoffs. Las lesiones, la mala química del equipo y la disminución del rendimiento individual se encuentran entre las razones por las que los cheques grandes no funcionaron.